Té, película y chocolate. Nada del otro mundo y sin embargo todo.
No hay puertas que se abren de repente ni ruidos de almas adyacentes.
No hay llamadas ajenas ni llaves que cierran el telón.
La felicidad era esto.
Té, película y chocolate. Nada del otro mundo y sin embargo todo.
No hay puertas que se abren de repente ni ruidos de almas adyacentes.
No hay llamadas ajenas ni llaves que cierran el telón.
La felicidad era esto.
Que nadie silencie mis palabras
peliculas, cine, criticas y algo de literatura fantastica