Nevando en verano

Miro por la ventana y me parece estar en otro tiempo y en otro lugar. Todo el paisaje está blanco, pero voy en manga corta, así que algo raro pasa en la calle. Salgo a la terraza y miles de pequeñas semillas blancas revolotean a mi alrededor. Por un momento pensé que estaba nevando, en un día de pleno verano.
Hubiera sido bonito.

Salgo a la calle. Las semillas siguen envolviéndome y, para mi suerte, respiro hondo sin ningún atisbo de alergia. El parque me parece más espectacular que ayer, pero quizá es sólo que sigo esperando que de verdad esté nevando en verano. Un niño se me acerca en bicicleta y me gustaría irme con él, como la canción de Serrat, pero sólo se choca contra mi pie, me mira y sonríe. Me enseña una piruleta y me la da. No suelo aceptar nada de desconocidos, pero es una piruleta de fresa y hoy, por ahora, el mundo y yo nos estamos llevando bien.
Desenvuelvo el papel y en las letras del interior leo: Oh, sigue buscando. No sé el qué debo seguir buscando, pero es lo que tiene la vida, que nunca paras de buscar algo que no sabes qué es.
Hubiera sido bonito encontrarlo.

Hoy no me duele la cabeza, por eso quizá el día está siendo realmente bueno. Me pongo a correr y el sol me sonríe. No busco nada más, un día apacible, tiempo para correr, leer, pasear, un té bien frío que no sea Hornimans, quizá un poco de piano, ese que imagino que tengo aquí, una charla con los amigos, una película y sus cañas de después para hacer que la comentamos, mientras sólo nos reímos de la vida sin pensar en nada más, sólo disfrutando de la compañía.
Es bonito pensar que quizá sí lo he encontrado.

La nieve sigue cayendo por el parque y limpia el día dejándolo blanco, todo por construir.

F: 4 B: 7

MONSTRUOS vs ALIENÍGENAS // MONSTERS vs ALIENS

Necesito urgentemente una película que me haga sentir algo. Algo bueno, me refiero, o que no me aburra demasiado, por lo menos.
Lo mejor de esta película que no tiene ni gracia y que sólo es una más del montón de cine para niños (tontos) es que la pude comentar y experimentar con un crítico muy afín a mis ideas que cumple hoy, precisamente, 6 años.
Me monté en mi butaca número 3 y cuando el conductor informó sobre la película que iba a verse a continuación, un niño y su padre se me acercaron.
Mr Dad said: «Perdona, ¿te importa que se siente en esta butaca contigo? Es que le apetece ver la película, pero estamos muy atrás y no ve bien».
Accedí, le presté unos cascos que siempre llevo de repuesto en la mochila y el cine empezó.
Varios chistes nos hicieron reír a carcajadas, pero como iba con Niño (y aunque no hubiera ido) no me importó que el único sonido que producía en todo un autobús de 50 personas fueran nuestras risas.
Seguro que se me escapó algún guiño al cine de terror y de la ciencia ficción, pero tampoco me importó. Tampoco que la película fuera en 2D. Lo mejor de la película fue ir comentando los chistes con Niño, de 6 años.
Finalmente, su crítica, a pesar de las risas que habíamos soltado en alguna ocasión, fue contundente.
Niño: «Qué aburrida, es para bebés».
No pude estar más de acuerdo.
Salvamos al personaje gelatinoso, pero le comenté que había una serie de dibujos animados cuyo personaje azul y también gelatinoso era mucho mejor, incluso de nombre similar. Me abrió los ojos y me dijo que nunca había oído hablar de Foster, la casa de los amigos imaginarios. Le dijo a su padre que la apuntara y terminamos el viaje hablando de Gormitti y Los Lunnies.

El cine, malo, bueno o peor, hace amigos para toda la vida. Nunca lo leerás, Niño, pero Feliz Cumpleaños.

F: 4 B: 7

LA CONVERSACIÓN // THE CONVERSATION

En una de esas tardes tontas que suelen llegar al mitad de la semana, me topo con una película de Francis Ford Coppola de los años 70. Tratando de evitar más lagunas cinematográficas, la meto en el ordenador para averiguar qué me puede ofrecer a mi aburridísima noche de martes.
Y me encuentro un ejercicio de planos secuencia y planos fijos larguísimos que se quedan pegados a la pantalla esos segundos más de lo necesario, cuando ya la escena ha terminado o todavía no ha empezado y que ya era raro de ver en el cine de los últimos diez años, o veinte.
Y un Gene Hackman convertido en antihéroe desconfiado hasta de su sombra y que prefiere la soledad hasta cuando va en busca de compañía. Lo caracteriza, en cuerpo y espíritu, un chubasquero gris, que no es más que un plástico, como una coraza con la que se siente protegido del exterior, de todo lo que no entiende ni quiere entender.
Las calles, la casa, los edificios y hasta la banda sonora que le acompaña siempre son grises, acrecentando la sensación de vacío que provoca el personaje.

Pero de lo que no puede huir, ni protegerse, es de sus propios demonios, de su obsesión enfermiza por escapar de su pasado. Con esos planos largos que acentúan el desasosiego, Coppola me arrastra en esta tarde gris, hacia el infierno personal y el desequilibrio emocional del prota, haciéndolo tangible en la destrucción de su intimidad, su refugio, interno y externo.

Nunca había oído hablar de esta película y me he encontrado un tesoro. El guión me ha atrapado desde el principio y me he dejado llevar fácilmente. Una historia pequeña (si es que se puede decir eso de Coppola), una línea argumental simple, pero que me ha tenido la hora y media metida dentro de la trama sin parpadear.

Que no se me olvide llamar mañana a Mariluz, que hoy Coppola no me ha dejado.

F: 4  B: 7

EL DÍA DE MAÑANA // THE DAY AFTER TOMORROW

Peli de sábado por la tarde. Por eso la ví, porque era sábado por la tarde y no tenía nada mejor a mano.
Como el titanic, sabes cómo va a terminar antes de empezar, pero como ya iba predispuesta a ver algo así, no me decepcionó. Y eso, ya tiene su mérito.
Por supuesto, los efectos son los verdaderos protagonistas de la cinta, porque los personajes… te da igual quién sea, ves la línea de diálogo que les toca decir antes siquiera que ellos abran la boca. No salvo a ninguno, y menos aún a unos lobos mal hechos por ordenador (que ya es pecado a estas alturas de siglo) que no se sabe por qué están ahí, pero que suben las escaleras como nadie.
Pero, en cualquier caso, he de reconocer que me entretuvo, aunque me levantara un par de veces porque la ropa del tendedor se me estaba mojando, la sensación fue de entretenimiento puro, sin pensar, sin fijarme en ningún detalle (más por falta de ellos, que por otra cosa) y sin esperar nada a cambio, pasé una horita y media de un sábado lluvioso. Era lo que buscaba.

Aunque, fue curioso que nada más terminar, alguien tocara a mi puerta y con un inglés afrancesado, me comunicara que se iba a quedar en mi salón con sus amigos durante unos días porque una nube había cancelado sus vuelos.

Por un momento pensé que todavía seguía la peli, pero en la realidad. El segundo que tardé en darme cuenta de que no me estaba hablando de la megatormenta cinematográfica que aniquilaba medio mundo desarrollado, sino de una nube proveniente de un volcán islandés que había provocado el caos aéreo en Europa. Curioso. La realidad siempre por encima de la ficción.

Por cierto, los refugiados siguen acampados en mi salón. La Naturaleza también bromea con nosotros… y espero que no haya visto la película o me temo que los refugiados acabarán siendo inquilinos para siempre.

F: 4  B: 7

PS: Me interesé mínimamente por cómo habían hecho los efectos especiales. Cuando quise saber más, en los contenidos adicionales me apareció lo siguiente: «Una introducción a Alien Vs. Predator. Construyendo el monstruo». Que no digo yo que esté mal, pero vamos que esperaba que los extras fueran referidos a la película que estaba viendo y no a otra cualquiera…

EL ASESINATO DE RICHARD NIXON // THE ASSASSINATION OF RICHARD NIXON

Mario Vargas Llosa dice hoy en su artículo que los críticos deben llegar más allá de los gustos (que todo el mundo tiene) y alcanzar el juicio. Creo que tiene toda la razón, pero como yo no soy crítico (ni lo quiero ser, por ahora), sólo puedo expresar mi opinión basada en mis gustos.

Y no, Niels Mueller no ha conseguido conectar conmigo con su película. Ni siquiera estoy por la labor de salvar a Sean Penn porque, francamente, parecía una copia mal hecha de su personaje en YO SOY SAM, y no. No, porque Don Cheadle está mucho mejor que él y eso que no pasa ni 20 minutos en pantalla. Y Naomi Watts… qué podría añadir yo.

Las injusticias de la época de los años 70, que en poco o nada difieren de los actuales, son las que terminan con un Sean Penn desquiciado. Obligado a tragarse su sueño americano vendiendo mobiliario de oficina me hizo plantearme no más de una vez si esa película ya la había visto. Y no plano a plano, pero sí me di cuenta que toda la cinta era un cúmulo de lugares comunes que ya habían pasado por mi vista con mucha más elegancia en otras ocasiones.

No me pude creer a Sean Penn, a pesar de que podría haberme visto reflejada en un par de situaciones. Ni siquiera me importó cómo terminara. Me pareció sobreactuado y poco creíble. Incluso la música me dejó indiferente y la fotografía era más bien convencional. Si miré a mi reloj un par de veces, es que hay poco que rescatar del filme.

F: 4  B: 7

Victoria!!!!!!!

Subo las últimas escaleras, sé que está cerca el final y la música de Bill Conti ya la siento en mis oídos. La camiseta se me pega a la piel y el corazón no deja de latirme a mil por hora, pero mis pies se niegan a detenerse. Voy a conseguirlo y eso me da más fuerzas todavía.
Como la canción, Gonna fly now, me siento capaz de volar, de escapar de todo lo malo y dejarme arrastrar por esta sensación de poder que da ganarle a un pez tan grande.

Unos últimos escalones y estaré en la cima. Dejaré atrás una semana de emociones encontradas, de rabia e impotencia, de injusticias y aunque tarde, la sensación es buena, muy buena.
Un par más y podré alzar los brazos. Hoy mi apellido es Balboa y me siento más roca que nunca, incluso la lluvia que hace unos días se reflejaba en lágrimas internas, hoy me da la sensación de estar viva, de estar viva y de haber ganado una batalla. Y como me ocurre tan pocas veces, voy a disfrutarla todo lo que pueda.

Es el último escalón y.. LO CONSEGUÍ.

Hoy soy capaz de todo, así que levanto los brazos en señal de trinfo, hoy puedo enfrentarme a cualquiera en cualquier ring y sé que podré con todos.
Mi cabeza metida en la capucha mientras mis manos se van hacia delante soltando puñetazos al aire. Mientras, mis ojos se abren y miran hacia mi propio reflejo que me sonríe en un inmaculado y nuevo ordenador. (para los no iniciados en mi lucha personal, una empresa de cuyo nombre no quiero acordarme, me debía este ordenador desde hace exactamente un años. Por ello, tarde, pero la victoria sigue sabiendo a sugus de cereza, a chocolate negro y a una bolsa gigante de maíz sentada en la butaca de un cine esperando que empiece la peli. Así de bien sabe)

F: 4 B: 7

Ni periodista ni español, hoy no quiero ser

Estupefacta me voy quedando ante la prensa de hoy. No es el adjetivo que más me pega en estos momentos, más bien me siento como Michael Douglas en UN DÍA DE FURIA y eso que todavía son las once de la mañana. Pero la incomprensión, la sorpresa, la indignación, la mala leche y la decepción, entre otras muchas cosas, me paraliza la mente y el cuerpo.

Sé que no va a ser una entrada fiel a lo que estoy sintiendo, pero necesitaba descargar algo de la furia que amenaza con salirme por los poros. Sé que hoy sudaré rabia porque respiro indignación desde que he encendido la radio y he abierto el periódico que alguien ha dejado sobre la mesa del salón.

Acudo a las fuentes y todavía me sorprende más que esta españa (sí, con minúsculas, porque hoy no puede ser más pequeña e insignificante) todavía me estremezca tanto, todavía, tantos años después, nos duele a muchos.

Abuela, sé que no quieres que me meta en ningún lío ni que lo que me cuentas haga que tu odio se convierta en mi odio. Pero lo de hoy estoy segura de que hasta a ti te está revolviendo el desayuno y los puntos de la manta que nos estés haciendo. No estoy muy segura de saber lo que es el odio, pero tengo claro que hoy más que nunca no quiero pertenecer a ningún lugar ni a ninguna profesión. Sólo me gustaría saber qué pasa por la cabeza de tantos y tantos que parecen olvidar que hubo muertos que todavía no se sabe dónde están.

Sé que quieres que olvide y que luche por mi propio futuro, pero me habéis hecho como soy y sufro las injusticias que provienen de vuestro dolor. Que no fue hace tanto tiempo y hoy, parece que nunca pasó.

No es por Garzón, es por todos los que han sufrido y siguen sufriendo lo que de otros países tanto nos quejamos. No quiero poner titulares aquí, porque esto no es más que una reflexión absurda de alguien que cada vez entiende menos de nada de lo que ocurre a su alrededor. Pero sólo tienen que abrir cualquier periódico, nacional y extranjero, para darse cuenta de la situación.

SI alguien entiende algo de lo que ocurre, que me lo explique, por favor, porque hoy sólo entiendo que estoy metida en un atasco de despropósitos, con gente que es desacreditada por querer salir de la agobiante presión de los que quieren que todo continúe igual, manejando los hilos cada día menos ocultos del nuevo franquismo que nunca se fue, sino que se mantuvo en la sombra hasta que alguien quiso cortarlos. Y aunque esté lloviendo, las gotas que me mojan son mis propias lágrimas de rabia.

No tengo una metralleta que dispara como Foster, sino estas palabras que se quedarán en nada, pero que hoy me permiten descargar las balas de la perplejidad y la indignación con que me he levantado.

Y eso que todavía no he ido a El Corte Inglés.

F: 4  B: 7